Una tasca con alma de barrio
Historia, esencia y carácter junto a la Lonja de la Seda.
Nacimos entre tapas, risas y adoquines
No buscábamos montar un restaurante. Queríamos crear un lugar donde la gente comiera bien, sin prisas y sin reservas. Un rincón del centro histórico de Valencia donde las cosas pasaran con naturalidad: una caña bien tirada, un plato al centro, una conversación que se alarga.
Nos inspiramos en las tabernas de toda la vida, esas que sobreviven al tiempo porque no necesitan más que una buena barra y gente con hambre de lo auténtico.
Y lo hicimos aquí, junto a la Lonja de la Seda, donde cada piedra tiene historia y cada paso huele a barrio.
Le pusimos Escalones porque hay que bajar unos cuantos para entrar. Pero también porque cada uno de ellos simboliza momentos, recuerdos y la forma en que se construyen las cosas que merecen la pena: paso a paso, tapa a tapa.